quarta-feira, agosto 30, 2006

Un mes después ... sin noticias del “caos”

Ha pasado ya un mes, de lo que denominó el periódico EL PAIS (30/07/06): “Una noche en el purgatorio ... Toallas, cartones, mantas, páginas de periódico... Cualquier cosa servía para confeccionar una improvisada cama en los suelos del aeropuerto del Prat en la noche del viernes al sábado, tras más de 15 horas de esperas infructuosas ante los mostradores de facturación de las diferentes compañías, pero, sobre todo, de los de Iberia ...”. Centenares de vacaciones “arruinadas”, consumidores humillados y ofendidos, ... y millares de horas de agentes de viajes de todo el país dedicadas a solventar un problema que, a pesar de no haber sido generado por ellos, afectaba gravemente el inicio de las vacaciones de centenares de miles de consumidores que habían confiado en estos profesionales sus vacaciones.
Declaraciones de todo tipo, debates políticos, “broncas” en comisiones y parlamentos, políticos de “vacaciones”, reclamaciones y denuncias de los afectados, no han faltado durante estas semanas, ... Lamentablemente vivimos en un mundo en que las noticias de hoy, son ya historia mañana y, las declaraciones y promesas de primera hora se convierten en “olvidos” al cabo de unas semanas.
No obstante, cabe recordar algunas de las noticias que han ido apareciendo en la prensa durante el mes de agosto: “Los afectados por el caos del aeropuerto de El Prat serán indemnizados por el Estado. El Consejo de Ministros aprobará un Real Decreto Ley para compensar a quienes perdieron sus aviones y maletas (11 de agosto de 2006) ... El Estado indemnizará a los afectados por la crisis desatada el pasado 28 de julio en el aeropuerto de El Prat. Así lo dijo ayer la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, quien resaltó que "ante una circunstancia excepcional como la vivida en Barcelona" la Administración aprobará un Real Decreto Ley para compensar a quienes perdieron sus aviones y maletas. La ministra anunció además que el Gobierno ha iniciado un expediente administrativo sancionador contra Iberia "por una infracción administrativa muy grave, de conformidad con la ley 21/2003 de Seguridad Aérea". Durante su comparecencia ante la Comisión de Fomento del Congreso, Álvarez defendió la gestión de su gabinete y de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) durante la crisis y subrayó que "nunca hubo peligro para la seguridad aérea ...”.
Parece ser que, según informa el Ministerio de Fomento: “ ... ha tramitado un total de 17.259 reclamaciones a través del dispositivo especial puesto en marcha el pasado 1 de agosto por los incidentes ocurridos en el aeropuerto barcelonés de El Prat el pasado 28 de julio. Las reclamaciones, se han recogido mediante los diferentes servicios habilitados por el Ministerio, desde los cuales se asesora y apoya a los ciudadanos que se vieron afectados por el paro del aeropuerto barcelonés, ocasionado por las movilizaciones del personal de 'handling' de Iberia ...”.
Mientras tanto, las agencias de viajes siguen asumiendo responsabilidades que, si bien no les corresponden, asumen con profesionalidad. No obstante, el “Caos del 28 -J” afectó gravemente al sector de agencias de viajes y a sus profesionales, la Asociación Catalana de Agencias de Viajes (ACAV) considera al respecto: “ ... que el sector ha sufrido 'perjuicios millonarios' por la 'huelga ilegal' en el Prat, por lo que anunció que interpondrán 'las reclamaciones pertinentes a título personal'.
Según la ACAV, el sector se ha visto obligado a 'contratar más personal, alargar la jornada laboral hasta altas horas de la noche y trabajar durante todo el fin de semana' para atender a los clientes perjudicados.
Un mes después, con la vuelta de las vacaciones, el “Caos del 28-J”, parece que quede muy lejos, incluso, parecería que nunca sucedió; si no fuese por los miles de personas afectadas, que querían iniciar sus vacaciones y no pudiendo hacerlo iniciaron “Una noche de purgatorio” y los centenares de agentes de viajes que se vieron obligados a alargar su jornada laboral para intentar solventar una situación que, lamentablemente se repite en demasiadas ocasiones en algunos aeropuertos, considerados, eso sí, del “primer mundo”.
Cabe esperar que, en esta ocasión paguen los culpables de tan lamentables hechos y no veamos con sorpresa que, de nuevo, la culpa la tiene el mensajero.
Un mes después, seguimos esperando noticias ... los afectados (consumidores, agentes de viajes, etc) agradecerían, estoy seguro, no tener que esperar más meses para obtener las necesarias respuestas y resarcimientos varios de los daños ocasionados (incluidos los daños morales, que sin duda se han producido).